Por Eduardo Reyes F.

La repentina multiplicación de microalgas  obedece a cambios ambientales en el mar y el clima. Es un fenómeno universal y bastante antiguo, registrado hasta en la Biblia. El contenido de las manchas rojizas fue analizado bajo la lupa de Charles Darwin en una navegación frente a Chile en 1835. Pero entonces se desconocía el peligro potencial de estos “microbios” flotantes.

El impacto humano de la marea roja fue verificado en octubre de 1972 en Punta Arenas, donde llegaron 3 pescadores moribundos al término de una extracción de cholgas. Los exámenes médicos y la documentación científica permitieron relacionar la parálisis respiratoria de las víctimas y la presencia del microorganismo Alexandrium catenella en el molusco consumido. Las observaciones y advertencias fueron publicadas el mismo año por los biólogos Italo Campodónico y Leonardo Guzmán, Instituto de la Patagonia.

Nuevas emergencias

La repetición de intoxicaciones similares motivó el Simposio  con intercambio informativo y  propuestas de especialistas que convocó la Armada en el Hospital Naval, en mayo 1992.

En abril 2002, en vista de la marea roja que suspendió la pesquería y comercio de mariscos en Chiloé, el Presidente Ricardo Lagos estableció un Programa Nacional de investigación y control del tema. Por ejemplo, análisis  bioquímico de las toxinas que absorben los moluscos filtradores durante su respiración acuática. Es un proceso natural en la amplitud y profundidades del mar.

 El “control” se focaliza en prevenir, mitigar y atender prontamente las intoxicaciones por consumo de marisco que contiene Veneno Diarreico VDM o Veneno Paralizante VPM, los cuales resisten la cocción del molusco. A su vez, el principal portador de las toxinas es el microorganismo Alexandrium catenella, el mismo  detectado en Magallanes 1972 y que ahora se multiplicó en Aysén y Chiloé. En cambio, la mortandad de 40 mil salmones en balsas de cultivo se debió a otra especie. En conjunto, son explosiones demográficas, estimuladas por factores ambientales.

Leonardo Guzmán, jefe de Acuicultura de IFOP en Puerto Montt, explica que el Plan de Monitoreo de la Marea Roja tiene financiamiento y desarrollo desde el 2006, con centenares de puntos para recolectar microalgas y mariscos susceptibles de ser tóxicos. Vale advertir que la mayoría de las microalgas son inofensivas y sirven de alimento a los peces pequeños. Hay que separar el trigo de la paja…

La distribución del muestreo en Chiloé se ilustra en el gráfico adjunto. El renacimiento actual de Alexandrium catenella también se observa en costas oceánicas, a diferencia de los eventos históricos en canales y fiordos del mar interior. Además, se descubre que la marea roja puede provocar la varazón de moluscos, evidenciada en 5 km de machas muertas en una playa sureña.

Zona de Catástrofe

La veda de moluscos, inclusive el loco, que decretó el Ministerio de Salud en todo el litoral de Los Lagos, se complementará con mayores muestreos hacia las regiones vecinas y acciones mitigadoras de la marea roja. En primera instancia, la declaración de Zona de Catástrofe debe atender a las 7 mil familias perjudicadas que registraron las 11 comunas de Los Lagos. Sin embargo, todavía falta cuantificar los perjuicios económicos laterales, a la espera de una disipación natural del fenómeno detectado.

Mientras tanto, hay que reforzar los controles policiales de la pesca pirata y el comercio clandestino. La prevención ante los riesgos del Veneno Diarréico y el Veneno Paralizante de Moluscos también corresponde a los consumidores.