En la casa consistorial porteña, se conmemoraron los siete años del fallecimiento de una de las grandes folcloristas del país e Hija Ilustre de la Ciudad Puerto.

Valparaíso rindió un sentido homenaje a Carmencita Ruiz, quien fuera una de las principales voces del folclor reconocida a nivel nacional.

En la casa consistorial porteña y con la presencia del alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, concejales y amantes de la música chilena, se conmemoraron los siete años del fallecimiento de la querida Carmencita.

En la ocasión, se repasó su larga y exitosa carrera artística y se le recordó con lo que más le apasionaba, la cueca. Los socios del Club de Cueca que lleva su nombre en Valparaíso, deleitaron con una completa demostración del baile nacional.

Destacando el talento y carisma de Carmencita, el alcalde Castro, expresó que “es un honor que Valparaíso haya contado con una artista de renombre, que nace en la ciudad y que por sus méritos llega a ser Hija Ilustre. Una destacada mujer que recibió muchos premios, que se paseó por importantes escenarios y que por 60 años estuvo haciendo y difundiendo el folclor. Es por todo eso que nos hemos reunidos, sus amigos y admiradores, para recordarla con mucho cariño por su tremendo aporte a la música”.

En tanto, el presidente del Club de Cueca Carmencita Ruiz, Sigfrido Montecinos, señaló que “60 años de carrera artística,  Hija Ilustre de la ciudad y la voz más importante que ha tenido Valparaíso. Carmencita Ruíz cantó en todos los escenarios diciendo que era de Valparaíso y no la podemos olvidar. Nuestra misión como club es mantener su nombre vivo”.

Tras la ceremonia, el municipio y la directiva del Club de Cueca Carmencita Ruiz reconoció a las socias destacadas y que participan activamente.

HISTORIA

Cabe señalar que la cantante Carmencita Ruiz, fue una de las más experimentadas exponentes de la tonada y la cueca, como parte del conjunto “Fiesta Linda”, fundado en 1953 por el autor y compositor porteño Luis Bahamonde, y también en su dimensión como inspiradora de nuevas generaciones de amantes del folclor.

Su técnica interpretativa y timbre vocal son recordados como de los más notables de la historia de la música chilena: “profunda”, “muy baja, casi masculina”, “desgarradora” y “llena de matices”, dicen los entendidos para definir su voz.