El conde Anton-Wolfgang von Faber-Castell murió el pasado jueves a los 74 años de edad. Más allá del fallecimiento de un hombre con un nombre rimbombante, es el fin administrativo de una octava generación en la empresa europea de producción de lápices y materias primas de color: la Faber-Castell.

El empresario murió después de una grave enfermedad, el jueves 21 de enero rodeado de su familia en Houston, Estados Unidos.

Bajo su liderazgo, que duró casi 40 años, la compañía Faber-Castell a nivel global ha avanzado para convertirse en una marca Premium internacional, así como uno de los productores líderes en lápices cosméticos.

Cabe recordar que el consorcio fue fundado en Alemania en el año de 1761 cuando el comerciante y creador Kaspar Faber, fabricó el primer lote de lápices con granito pigmentado.

En la actualidad la empresa tiene plantas en: Australia, Argentina, Perú, Francia, Austria, China e Indonesia son los países donde se producen los utensilios que de alguna forma le dan color al mundo.