Como la crónica de una muerte anunciada señala la comunidad del colegio Patrocinio San José del cerro Monjas, el cierre del establecimiento educacional, el que albergó por 101 años a diversas generaciones de vecinos del sector.

Tras evaluar variada alternativas financieras, educativas y estructurales la Congregación Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia decidió cerrar sus puertas y no continuar con el servicio educacional. Es así como en marzo del 2016, el colegio dejará de impartir la enseñanza que por un centenar de años inculcó a los porteños.

El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, impactado con la noticia que afecta a la comuna, se reunió el cuerpo directivo del establecimiento para ofrecer su colaboración en la reubicación de los 249 alumnos que estudiaban en este lugar; además de los 32 docentes, paradocentes y cuerpo administrativo que queda cesante.

“Esta noticia nos ha llegado en lo más hondo, puesto que el Patrocinio San José era un ícono del cerro Monjas, son miles los porteños que pasaron por estas aulas y que hoy ven con mucho pesar el cierre del recinto. Debemos seguir mirando al horizonte y en estos momentos prestar toda la ayuda que requiera la congregación con los trámites del cierre. Aquí hay muchos niños y jóvenes que necesitarán un nuevo establecimiento y esa mano venimos a entregar. Sabemos además que existen muchos funcionarios que quedan sin su fuente laboral, y en este sentido también estamos dispuestos a colaborar en lo que sea necesario”, sostuvo el alcalde Jorge Castro.

La hermana Nieves Maldonado, encargada de Pastoral explicó que “ha sido un proceso muy doloroso para la congregación, es la información que uno no espera entregar, pero hemos querido ser muy responsable con nuestra comunidad. E martes 13 de octubre les comunicamos acerca de esta triste noticia, un cierre que veníamos avizorando, pero con mucha oración pensábamos desaparecer, esto no fue así y después de varios intentos y de haber consultado a profesionales externos, se llegó a la conclusión que debemos renunciar al reconocimiento oficial y dejar de impartir educación”.

El establecimiento que data de 1914 no poseía la jornada escolar completa, por serios problemas con la infraestructura, que requería un importante monto de inversión para ser mejorada y optar por esta opción. Asimismo, el puntaje Simce habría caído de forma desmedida por estos años, tanto en lenguaje como en matemáticas, lo que hace pensar que esta fue la mejor decisión.