sábado 14 noviembre de 2015 | Publicado a las 9:09 pm · Actualizado a las 9:19 pm
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Estados Unidos mató a líder de Estado Islámico en Libia
El portavoz del Pentágono ha asegurado que estos ataques a yihadistas responden al compromiso de EEUU de perseguir a los líderes extremistas estén donde estén.
El líder del Estado Islámico (ISIS) en Libia, Wissam Najm Abd Zayd al Zubaydi, alias Abú Nabil, ha sido víctima del ataque aéreo de un F-15 estadounidense que acabó con su vida el pasado viernes. Así lo ha anunciado en la tarde de este sábado el Pentágono en un comunicado.
“El pasado 13 de noviembre, el Ejército estadounidense efectuó un ataque aéreo en Libia contra Abú Nabil, también conocido como Wissam Najm Abd Zayd al Zubaydi, un ciudadano iraquí que fue durante mucho tiempo líder de Al Qaeda y líder de Estado Islámico en Libia“, según reza el comunicado.
Según señala Estados Unidos, el bombardeó se produjo antes de que se sucedieran los atentados en la capital francesa en la noche del viernes. “La operación fue autorizada e iniciada antes del ataque terrorista en París”, ha asegurado el portavoz del Pentágono, Peter Cook.
“La muerte de Nabil degradará la habilidad del ISIS de colmar sus objetivos en Libia, incluido el reclutamiento de nuevos miembros, el establecimiento de bases y la planificación de ataques externos a Estados Unidos”, ha sentenciado Cook en un comunicado.
En este sentido, el portavoz del Pentágono ha asegurado que estos ataques a yihadistas responden al compromiso de EEUU de perseguir a los líderes extremistas estén donde estén.
Este anuncio llega tan sólo dos días después de que Estados Unidos lanzará un ataque aéreo en Siria contra Mohamed Emwazi, conocido como Yihadi John’ (John el Yihadista), británico de nacimiento y uno de los terroristas más perseguidos del mundo, el cual ha sido autor de varias decapitaciones.
El pasado agosto Jihadi John subió a las redes un vídeo con el rostro descubierto en el que aseguraba que volvería a Reino Unido para “cortar cabezas de infieles”. Estas acciones hicieron que EEUU pusiera un precio de 10 millones de dólares a su cabeza.