miércoles 16 septiembre de 2015 | Publicado a las 6:57 pm · Actualizado a las 6:57 pm
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Realizan novedosa cirugía de cáncer gástrico en el Hospital Eduardo Pereira
La técnica, mínimamente invasiva, reemplaza una incisión grande por una muy pequeña.
Exitosa fue la gastrectomía laparoscópica realizada por médicos del Hospital Eduardo Pereira de Valparaíso a una paciente con cáncer gástrico, la primera del año.
La cirugía -que sólo se implementa en dicho establecimiento de la región- constó en extirpar completamente el estómago de la persona, para luego conectar el esófago con el intestino; de esta forma el paciente puede seguir alimentándose. Frente a un caso de cáncer gástrico, además, se requiere sacar todos los ganglios linfáticos que rodean al estómago y a las principales arterias.
“La cirugía laparoscópica es una técnica mínimamente invasiva que permite realizar los mismos pasos de una cirugía tradicional mediante trócares (tubos) de 5 a 10 milímetros, por donde se introducen las pinzas para operar. Es decir, se cambia una gran incisión (20 centímetros de promedio) por una muy pequeña, y con un beneficio funcional y estético.”, explica el jefe de Cirugía Digestiva Alta del Hospital Eduardo Pereira de Valparaíso, dr. José Miguel Martínez.
El cirujano digestivo -quien operó junto al médico Ricardo Funke, de la Clínica Las Condes, al que agradece su ayuda- agregó que el estado de la paciente es favorable: “Se encuentra en muy buenas condiciones y totalmente recuperada. Incluso está comiendo de manera normal, con papillas por vía oral”.
El caso
A María Santana, de 77 años y oriunda de Cartagena, le detectaron este año cáncer de mamas. La enfermedad fue operada con éxito. Sin embargo, y al cabo de un par de meses, hubo un hecho que la estremeció aún más. Producto de una resonancia magnética, le informan que hay un nuevo problema: cáncer al estómago.
María aún está muy sensible cuando su memoria evoca los tristes dolores que la vida le deparó. “Me puse a llorar de inmediato. Cómo iba a tener tan mala suerte para que me detectaran dos cánceres. La doctora me dijo que esta enfermedad era prioridad y que había posibilidad de cirugía. (En el momento) me consolaron… hasta la misma doctora me hizo cariño en la cara”, recuerda llorando.
Y agrega: “En primer lugar, muy agradecida de Dios y la Virgen; también de mi familia y del hospital. Todo el personal del hospital se portó excelente conmigo. Estoy muy feliz luego de la cirugía. No fui rebelde con ambas enfermedades; tuve que aceptar lo que me tocó y cooperar. Estas pruebas que nos pone Dios en el camino hay que enfrentarlas con humildad y optimismo”.
Después de lo vivido, María cree considerarse una mujer fuerte. Por ahora, espera tener buena salud y volver a acariciar en su falda a quien la espera fielmente en casa: su perra “Niña”, a la que recuerda también con lágrimas desde su cama de hospitalización.