sábado 7 febrero de 2015 | Publicado a las 1:46 pm · Actualizado a las 1:46 pm
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Diputado Castro: “durante estos días hemos visto, francamente, una guerra santa»
El próximo presidente de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados llamó a iniciar la discusión en marzo sobre el proyecto de ley que despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales “con nivel, con alturas y con respeto”. El diputado Juan Luis Castro, quien presidirá la comisión de Salud de la Cámara […]
El próximo presidente de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados llamó a iniciar la discusión en marzo sobre el proyecto de ley que despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales “con nivel, con alturas y con respeto”.
El diputado Juan Luis Castro, quien presidirá la comisión de Salud de la Cámara Baja a contar del mes de marzo, se refirió esta mañana al debate iniciado tras la presentación del proyecto de ley que despenaliza el aborto bajo tres causales por parte del Gobierno y acotó ciertos puntos en torno a la iniciativa.
El parlamentario socialista señaló que “durante estos días hemos visto, francamente, una guerra santa. Aquí hay gente que, en base a la descalificación, le ha adjudicado a los que son partidarios del aborto terapéutico la calidad de criminales, y a quienes son opositores la calidad de medievales”.
“Se ha polarizado esta discusión y, a mi juicio, la Cámara de Diputados es el lugar privilegiado para que se discuta en el rango que corresponde para que la ciudadanía sepa que en Chile es posible legislar. No sobre la base de una caricatura, no sobre la base de colocar epítetos y descalificaciones a todo aquel que opina de una manera u otra, sino racionalmente ver de qué forma se puede avanzar en una realidad que Chile tuvo durante más de 50 años, que era la posibilidad de interrumpir terapéuticamente el embarazo. Esa es una situación que aquí tiene que abordarse”, añadió.
Castro planteó, una vez que asuma la titularidad de la comisión de Salud, encausar el diálogo partiendo “con una exposición del Ejecutivo, las dos ministras, Sernam y Salud, y luego de ello, con todo el conjunto de organizaciones sociales, religiosas, científicas e, incluso, trayendo la experiencia de aquellos países, que no son lejanos, países latinoamericanos que tienen aborto terapéutico y que tienen mucho que decir respecto a las condiciones en que se ha desarrollado este proceso”.
“¿Este proyecto de ley puede mejorarse? Sí señor, se puede mejorar. ¿Debe discutirse en serio, porque alude a un drama doloroso de miles de mujeres en Chile?, debe hacerse. No se puede festinar con esta ley ni se puede caricaturizar. Ni criminales los que están a favor del proyecto de ley ni medievales los que están en contra del proyecto de ley”, arguyó.
Asimismo, afirmó que “necesitamos un punto de diálogo razonable en nuestro país y ese es el esfuerzo que haremos desde la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, para que, a contar del día 3 de marzo, tengamos una discusión con nivel, con alturas y con respeto”.
Objeción de conciencia
El diputado expresó como una mejora del proyecto de ley que “la objeción de conciencia taxativamente no puede quedar en la presentación de las instituciones o los empleadores, sino que tiene que ser exclusivamente una prerrogativa individual”.
“En estos días han aparecido entidades privadas distintas a la Universidad Católica, que nadie les ha conocido declaraciones de principios conocidos, que dicen poseer un conjunto de médicos que trabajan para ellos que se negarían a entregar la prestación del aborto terapéutico. A mí me gustaría que estos señores pudieran leer primero el proyecto de ley, antes de hablar arrebatadamente y darse cuenta que la objeción de conciencia está puesta exclusivamente en el plano individual”, comentó.
Respecto de la objeción de conciencia, Castro explicó que, en caso de aprobarse la iniciativa legal, “cada médico será el que dirá que está en condiciones o no de hacer la prestación. Y si no es él, el proyecto obliga a que otro médico, del mismo establecimiento, y si no lo hubiere, de otro establecimiento donde hay que derivar, va a hacer esa prestación”.
“Si no hubiera ningún médico, si estuviéramos en una zona rural, lejana o distante, será el mismo profesional, incluso sujeto de la objeción de conciencia, el que estará obligado a dar la prestación de no haber un médico del mismo recinto o de otro a derivación. Es una situación excepcional, no es la habitualidad”, complementó.
Por ende, aseveró que «fuera la mitología de la objeción de conciencia institucional, no puede haber listas previas. Aquí es cada médico el que dice, aprobada la ley, yo prefiero abstenerme de dar esta prestación y me someto a esta otra consideración”.
Aborto en caso de violación
El diputado Castro también se refirió a la causal de aborto en caso de violación, diciendo que “es muy importante que los equipos de Salud que van a calificar los procesos de violación lo puedan hacer también con este deber de confidencialidad, que se refiere en el proyecto de ley a confidencialidad por sobre denuncia”.
“Se quiere decir, ni más ni menos, que en Chile, según los datos, más del 50 por ciento de las violaciones son en menores de 18 años, y por lo tanto su voluntad está sometida a dependencias emocionales o económicas de terceras personas que, si ustedes comprenderán, una menor, que le va a costar mucho poder declarar esta situación, tiene que ser devuelta al núcleo familiar, ahí tiene que primar la confidencialidad por sobre la denuncia por la situación que se expone de réplica frente a una eventual denuncia de violación al interior de su propia familia. Porque son violaciones de familiares, primos, tíos, vecinos, gente del entorno”, acotó.
Asimismo, indicó que “cuando una mujer en Chile es violada, y ojalá pueda dar cuenta en los primeros cinco días de esa violación, lo que se hace desde hace 10 años en Chile es darle la píldora anticonceptiva de emergencia”.
“Aquí estamos hablando de aquellos casos en que la denuncia es tardía, como ocurre en las menores de 14, que se entiende que es obviamente imposible, que producto de aquella situación se da un embarazo y que dado lo tardío de la denuncia se acoja a esa menor y que, en ese caso, se prorrogue hasta las 18 semanas eventualmente la interrupción. Razonable desde el punto de vista de la realidad que tiene hoy día nuestro país, que tenemos menores de edad violadas y que guardan silencio muchas veces por año”, añadió.