Nuevamente el Servicio Nacional de Aduanas logró frenar el ingreso al país de un millonario contrabando de cigarrillos de origen indio a través del puerto de San Antonio.

Esto se logró gracias al exhaustivo trabajo de la Unidad de Análisis de Riesgo de la Aduana de San Antonio, que a través de información de inteligencia pudo identificar un contenedor de 40 pies que había sido embarcado en el puerto de Balboa, Panamá, y donde se sospechaba que podía estar almacenado algún tipo de contrabando.

Si bien la declaración de importación consignaba que el cargamento correspondía a teteras, reloj de pared, poleras, blusas, sillas de metal, espejos, alfombras, sofás camas, pantalones y mesas, lo cierto es que el contenedor venía repleto de cigarros.

Tras la revisión y conteo de todas las mercancías por parte de los fiscalizadores de Aduanas, finalmente se decomisaron 288.500 cajetillas de cigarros de la marca Jaisalmer, tipo ultra Light.

El avalúo total de estos productos fue de US$ 992.057, mientras que se estima que el eventual perjuicio a las arcas fiscales por conceptos de impuestos es de US$ 1.127.734.

Esta marca de cigarrillos no se comercializa en el país, por lo que los posibles consumidores también se exponen con productos que no están aprobados por las normativas de salud chilena.

Sumando este nuevo decomiso, en lo que va del año el Servicio Nacional de Aduanas ha logrado interceptar 5 millones 95 mil 901 cajetillas tanto de contrabando como falsificadas, con un estimado de evasión fiscal que alcanza US$19.186.625.

La mayoría de los procedimientos corresponden al paso fronterizo Cardenal Samoré dependiente de la Aduana de Osorno, a los puertos de San Antonio y Valparaíso, Iquique, Talcahuano, Los Andes, Punta Arenas, Puerto Montt, Arica, Coquimbo y Santiago.