Christian González G.

Cristián Vega , Técnico metalúrgico

El pasado 13 de julio, la estación Los Domínicos del Metro de Santiago fue testigo del inicio de una seguidilla de hechos ligados a la instalación de bombas en diversos puntos de la capital, los que sólo amainaron el pasado 25 de septiembre cuando un artefacto explosivo detonó en el barrio Yungay, en Santiago Centro, causándole la muerte a Sergio Landskron Silva, persona que –semanas después-comprobaron fue la primera víctima de estos atentados.

Teniendo en cuenta estos sucesos, la empresa Metal Master diseñó un basurero antibombas y antiexplosivos, el que está manufacturado con los más altos estándares de calidad en carpintería metálica fina, además de materiales de acero inoxidable.

Así lo comentó el porteño Cristián Vega, diseñador del objeto que consiste en tres partes: “tiene un cuerpo principal, definiendo una cubeta de extremos abiertos en su parte superior e inferior; una tapa abisagrada en nervaduras en el extremo superior del cuerpo principal, asegurada por medio de una chapa robusta; y una base en forma de omega en el extremo inferior, formada a partir de una chapa plegada de menores dimensiones que la parte interior del cuerpo principal”.

Boca estrecha 

La finalidad de este contenedor de basura de 550 milímetros (mm) de alto, 400 mm de ancho y 280 mm de profundidad, es –en primer lugar- impedir el ingreso de basura de grandes volúmenes por medio del cono de entrada que está en la parte superior, el que sólo permite desperdicios de hasta 75 mm de diámetro. Así también se impide el ingreso de posibles artefactos explosivos de gran tamaño, los que muchas veces los dejan al interior de botellas de bebida o extintores.

En el supuesto que la bomba sea de menor tamaño y que pueda ingresar por los 75 mm, el contenedor de basura permite absorber su detonación, ya que su diseño puede resistir la carga explosiva, dirigiéndose la onda expansiva hacia la base, la cual se afloja del cuerpo principal, reventando así totalmente controlado hacia el piso.

“En el caso de producirse alguna detonación dentro del contenedor de basura, la onda expansiva de la explosión será dirigida principalmente hacia la parte inferior, recibiendo el impacto en el piso donde está ubicado el contenedor a una cierta altura”, dijo Vega, explicando el funcionamiento de este particular basurero, el que –si bien- no quiso dar su precio, adelantó que será ofrecido a centros comerciales, estaciones de metro y hospitales, entre otros organismos y servicios del país.