Esta mañana, la Jefa de Estado, Michelle Bachelet, participó en una sesión conjunta entre la Cámara de Diputados y el Senado español, en el Plenario del Palacio del Congreso, en Madrid. A su llegada, fue recibida por el Cordón de honor de la Policía y se interpretaron los himnos nacionales de ambos países en el patio de Floridablanca. Además, el Presidente del Congreso de los Diputados, Jesús María Posada, y del Senado, Pío García-Escudero, hicieron entrega a la Mandataria de las medallas del Congreso y del Senado respectivamente. Más tarde, la autoridad firmó el Libro de Honor y saludó a los portavoces de los partidos políticos en el Salón de Vestíbulo Isabel II.

En su intervención en el Hemiciclo, la máxima autoridad de nuestro país se refirió a los desafíos de la democracia en Chile y las principales demandas que están en el debate público y cómo se están abordando en el Programa de Gobierno. Asimismo, resaltó las similitudes entre ambas sociedades, las cuales se han vuelto más exigentes de sus derechos, manifestando sus demandas en las calles, y explicó que en nuestro caso el desafío para avanzar hacia una democracia más sólida y una economía más dinámica es terminar con la desigualdad.

“Quiero decir que también lo que vemos hoy día es fruto, justamente, de nuestro éxito, porque hemos avanzado todo lo que hemos avanzado es que los sectores más vulnerables, pero también los sectores medios sienten que Chile puede dar más, que todos merecemos más y que requerimos, por tanto, dar un salto a un desarrollo, pero a un desarrollo más justo, más solidario y más igualitario”, indicó.

La Presidenta expuso que para enfrentar este reto se están impulsando reformas de fondo, con las cuales “no estamos partiendo de cero, no es que hayamos descubierto hoy día la pólvora, no, ni pretendemos que sean realidad de la noche a la mañana. Nuestras reformas son posibles, justamente, porque partimos de lo logrado, pero ahora es preciso ir más allá y no quedarnos en las correcciones parciales. Estamos en un punto de inflexión y se requiere de cambios sustantivos que permitan proyectar lo avanzado y superar sus obstáculos”.

En esta línea, agregó que “la piedra angular para enfrentar en Chile, no es lo único, pero un elemento básico para enfrentar la desigualdad desde su origen, es proveer a todos los niños y niñas, desde sus primeros meses de vida y en los diversos ciclos, del acceso garantizado a una educación inclusiva, pero por sobre todas las cosas de calidad”. Detalló que para progresar en esta materia se enviaron al Parlamento proyectos de ley para eliminar la selección arbitraria en las escuelas, terminar con el lucro con recursos del Estado, que apuntan a construir una educación pública fortalecida, de calidad, que sea un modelo y un estímulo para la privada. Agregó que “tiene un profundo sentido social: el aumento de las capacidades de que disponen las personas para realizar sus proyectos de vida y la inclusión de todos en condiciones de igualdad. Pero tiene también un profundo sentido de desarrollo: nos permitirá mejorar sustantivamente la productividad de nuestra economía, estancada hace muchos años, e incorporarnos plenamente a la sociedad del conocimiento y la innovación”.

Además, destacó algunos de los avances obtenidos en estos meses de mandato, como la aprobación de la Reforma Tributaria y del voto de los chilenos en el exterior, y contó ante los parlamentarios presentes que está en discusión en el Congreso Nacional la reforma al sistema binominal y que se trabajará en una nueva Constitución, íntegramente democrática en su raíz y en sus contenidos.

Al finalizar, enfatizó que “estamos construyendo entre todos ese país mejor que queremos, pero, además, nos merecemos. Y ese mejor país será también un mejor amigo y socio de sus aliados en el mundo. Chile tiene vocación de país abierto al mundo y seguirá siéndolo. Queremos ser un país más igual más cohesionado y con un fuerte sentido compartido del futuro, porque eso nos permitirá también desarrollar vínculos más fuertes y de largo plazo en nuestra cooperación con el mundo”.