“Agradezco muy sinceramente esta distinción que me honra y me emociona. El honor es aún mayor al poder acompañarlos desde esta tribuna en momentos en que la universidad se encuentra preparando la celebración de sus 250 años de existencia. De esta manera inició su discurso la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, al recibir el título Doctor Honoris Causa de la Universidad Técnica de Freiberg, en el marco del segundo día de la Visita Oficial a Alemania.

Sobre la casa de estudios, la máxima autoridad nacional, comentó que “dos siglos y medio en que la institución ha demostrado la importancia de poner el conocimiento teórico y práctico al servicio de las necesidades del país y su economía, lo que les ha permitido por lo demás convertirse en una universidad pionera en estudios de minería a nivel mundial”.

Asimismo, afirmó que “si bien recibo esta distinción en nombre de todos los chilenos y chilenas, puesto que ellos me han otorgado la responsabilidad de conducir el país, no puedo dejar de lado que Alemania ocupa un lugar muy especial en mi historia personal. Como a miles de compatriotas, aquí mi familia y yo encontramos una tierra que nos tendió una mano en los tiempos oscuros de la dictadura. Aquí pudimos reconfortarnos en el valor de la solidaridad”.

La Mandataria recordó su llegada a la nación germana tras el quiebre de la democracia en Chile y el exilio. “Siempre he agradecido la oportunidad de haber podido continuar mis estudios de medicina en Alemania y conocer la riqueza de su historia”, sentenció.

La Jefa de Estado comentó que Chile y Alemania han compartido miradas comunes, lazos que se siguen estrechando desde las migraciones del Siglo XIX hasta hoy, con el desarrollo de la ciencia y la educación. También destacó que los estudiantes chilenos que actualmente realizan estudios de postgrado en Alemania son “los portadores de una larga historia de amistad y cooperación científica en que el naturalista Alexander von Humboldt, luego de haber estudiado en la universidad en la que nos encontramos, escribió una de las páginas más visionarias, sentando las bases de la exploración científica en nuestras costas”.

La Presidenta enfatizó que “mi país ha cambiado y creemos que más que nunca tenemos la oportunidad de construir las bases de desarrollo para estar a la altura de los nuevos tiempos. Chile enfrenta nuevos desafíos, surgidos de los avances alcanzados desde la recuperación democrática y de nuestra profunda inserción en la sociedad global. Esto exige de nosotros nuevas respuestas frente a nuevas interrogantes”.

En esta línea, contó que Chile lleva más de dos décadas de democracia y crecimiento económico sostenido, con pasos significativos en la erradicación de la pobreza; se ha duplicado el PIB per cápita y mantenido un sólido equilibrio macroeconómico. “Hoy tenemos el más alto ingreso per cápita medido por paridad de compra de América Latina”, dijo, y destacó la solidez y manejo responsable de las cuentas fiscales. “Somos un país confiable, seguro, unido al mundo por una densa red de acuerdos comerciales y con un muy alto nivel de inversión extranjera en áreas como minería, energía y acuicultura. La solidez de nuestras instituciones y la voluntad de mi Gobierno aseguran que esto seguirá siendo así”, manifestó.

Sin embargo, explicó los contrastes del país en materia social. “América del Sur es la región más desigual del mundo y Chile no está ajeno a esa realidad. Nuestro índice de Gini es superior a 0,50. Aunque amplios sectores de la población han dejado atrás la pobreza, se sienten aún excluidos y no disponen de herramientas eficaces para abandonar la situación de vulnerabilidad frente a las vicisitudes económicas. La clase media, más informada y más consciente de sus derechos, reclama legítimamente más oportunidades y más equidad”.

Señaló que para enfrentar estos desafíos, se emprendieron reformas profundas en el país, en un marco de diálogo social y de cauce institucional y democrático.

“Estamos avanzando en una amplia y profunda reforma educativa que busca hacer de la educación en todos sus niveles un derecho universal, gratuito y de calidad a todos. Esa es la vía inescapable para dotar a las personas de capacidades y a la sociedad de igualdad y cohesión”. Añadió que “lo que puede parecer evidente en un Estado de Bienestar de larga historia como Alemania es todavía lejano en Chile. Pero ahora, con nuestro nivel de desarrollo y mediante una reforma impositiva de carácter progresivo -con la que vamos a recaudar alrededor de 3 puntos del PIB y que ha sido aprobada con apoyo político transversal- podremos llevar adelante esta transformación reclamada por la ciudadanía”.

Además, afirmó que “soy profundamente optimista y estoy convencida de que haremos cambios que marcarán positivamente el curso de nuestra historia”.

Al finalizar su intervención, la máxima autoridad subrayó el liderazgo de la Universidad de Freiberg y subrayó la experiencia alemana en el diseño y aplicación de procesos de extracción más limpios y sustentables. “Creemos también que la minería puede ser la fuente de otro cambio fundamental en nuestra estructura productiva. Queremos constituir una industria de servicios con soluciones innovadoras y eficientes, que resuelvan problemas, abaraten costos y respondan de manera sustentable a los desafíos ambientales”, puntualizó.