Chile obtuvo el primer lugar a nivel mundial respecto a cambios positivos en la cubierta forestal, según el estudio publicado este año por el EPI, Enviromental Performance Index (Índice de Rendimiento Ambiental), desarrollado por el Centro de Yale para Ley y Política Ambiental de Estados Unidos.

La medición evaluó a 178 países en sus áreas de bosques, en donde además se estimaron otros ocho indicadores relacionados con los impactos de la salud, calidad del aire, agua y saneamiento, recursos hídricos, agricultura, pesca, biodiversidad y hábitat, climático y energía.

Para comparar los cambios sobre la cubierta forestal de los bosques en todos los países, se utilizaron los informes de la publicación Science, una nueva base de datos desarrollados a través de imágenes satelitales capturadas hace una década, lo que proporcionó medidas más consistentes para los resultados finales.

El Presidente de la Corporación Chilena de la Madera, CORMA Biobío, Jorge Serón, señaló que “este estudio es muy importante porque demuestra que nuestro país tiene un gran desempeño ambiental, en especial cuando se refiere al sector forestal, ya que hemos llevado todos nuestros procesos a cadenas de custodia, con certificaciones de manejos sustentables, que demuestran la seriedad de la actividad en Chile y posicionándola a nivel mundial”.

La publicación, en los resultados generales sobre el desempeño ambiental, dejó a Chile en el lugar 29 superando a Estados Unidos (33) y los países de América Latina: Ecuador (53), Venezuela (57), Uruguay (70), Brasil (77), Bolivia (87), Perú (110) y Paraguay (133).

Con la excepción de Australia, Singapur y Nueva Zelandia, los 20 primeros lugares son ocupados por países europeos.  Canadá ocupa el lugar 24 con 73 puntos; Japón el lugar 26 con 72 y Chile (29) con 70 puntos.

Suiza es el país con mejor desempeño ambiental en el mundo, con 88 puntos, le sigue Luxemburgo con 83 puntos y Australia con 82. España se ubica en el séptimo lugar con 80 puntos.

La iniciativa busca aportar datos rigurosos que puedan ser de utilidad a la hora de plantear la definición de políticas dirigidas a lograr mejoras sociales, reducir la huella ecológica y mitigar los efectos del cambio climático.