lunes 13 octubre de 2014 | Publicado a las 9:23 am · Actualizado a las 9:23 am
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Décima Moonlight Kayak, que unió Valparaíso con Viña del Mar, contó con más de 250 participantes
Este año la travesía nocturna Moonlight Kayak celebró su 10° versión y contó con más de 250 participantes que concitaron la atención del público a lo largo de la costa que une Viña del Mar con Valparaíso con un espectáculo de embarcaciones y luces que recorrieron la costa. La actividad se caracteriza por ser un […]
Este año la travesía nocturna Moonlight Kayak celebró su 10° versión y contó con más de 250 participantes que concitaron la atención del público a lo largo de la costa que une Viña del Mar con Valparaíso con un espectáculo de embarcaciones y luces que recorrieron la costa.
La actividad se caracteriza por ser un evento deportivo, turístico y cultural único en nuestro país cuya principal motivación es promover la valorización del borde costero y la biodiversidad de nuestro mar entre la ciudadanía. Del mismo modo, intenta potenciar el desarrollo de los deportes náuticos y la imagen turística local uniendo a las ciudades de Viña del Mar y Valparaíso por el mar.
La ruta, en esta oportunidad, empezó en la desembocadura del Estero Marga Marga y recorrió las hermosas costas de Viña del Mar, para luego finalizar en el Muelle Barón de Valparaíso con una tallarinata en la que los participantes y estudiantes de la Carrera de Gestión en Turismo y Cultura pudieron compartir.
Ésta es una travesía que une Viña del Mar y Valparaíso, uno de los pocos eventos que se dan en el año en que las dos ciudades se unen, en este caso, a través del mar, lo que es de suma importancia porque revela el potencial de nuestro mar y el uso en términos deportivos, turísticos y culturales que podemos hacer de él.
Cabe señalar que para la Escuela de Gestión en Turismo y Cultura, la travesía es un hito relevante por las aristas, puntos críticos y la logística que implica, ya que, son los propios alumnos quienes ponen en práctica las competencias aprendidas en el aula, junto a los profesores y el equipo de la universidad.
Como en todas las ediciones anteriores, la actividad contempló exigentes medidas de seguridad para garantizar el correcto desplazamiento de los deportistas, entre las que se incluyeron casco, linterna frontal y chaleco salvavidas, además, remos adecuados a la embarcación, silbato marino y barras de luz química de emergencia.
Especial atención convocó “Pepi”, una perrita que cumple su 7° año de participación en esta travesía y que se transformó en la más fotografiada del evento.