sábado 30 agosto de 2014 | Publicado a las 2:23 pm · Actualizado a las 2:23 pm
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Brasil entra en recesión técnica en medio de una disputada campaña electoral
La primera economía de América Latina, Brasil, se contrajo un 0,6 % en el segundo trimestre en comparación con el primero, según las cifras entregadas el viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Este es el segundo trimestre consecutivo en que el PIB brasileño se encoge, lo que significa que la mayor […]
La primera economía de América Latina, Brasil, se contrajo un 0,6 % en el segundo trimestre en comparación con el primero, según las cifras entregadas el viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Este es el segundo trimestre consecutivo en que el PIB brasileño se encoge, lo que significa que la mayor economía latinoamericana entró en «recesión técnica».
Algunos economistas relativizan este concepto, señalando que las tasas de crecimiento negativo son bajas y el desempleo sigue en niveles mínimos, pero este es el peor desempeño de la economía brasileña desde la crisis financiera global de 2008-2009.
Según señalo el ministro de Hacienda del país carioca , a partir de estadísticas no se puede decir que el país está en recesión y las proyecciones indican que, pese a una fuerte desaceleración, Brasil terminará este año con un crecimiento económico positivo.
Mantega admitió, sin embargo, que el resultado trimestral decepcionó y que el Gobierno tendrá que revisar a la baja su proyección de crecimiento, que es del 1,8 % para este año.
Los economistas del mercado financiero vienen reduciendo su proyección del crecimiento de Brasil este año desde hace trece semanas y la ubican ahora en un 0,70 %.
Esas proyecciones permiten prever para este año una fuerte desaceleración tras la ligera recuperación de 2013.
Tras haber crecido un 7,5 % en 2010, la economía brasileña se expandió un 2,7 % en 2011, un 1,0 % en 2012 y un 2,5 % en 2013.
Los especialistas atribuyeron la contracción en el segundo trimestre al elevado número de festivos concedidos por el Mundial de fútbol organizado por Brasil, que paralizó las fábricas, así como a una desaceleración del consumo de las familias, que sólo creció un 0,3 %, y una fuerte caída de las inversiones, del 5,3 %.
Antes del Mundial, la economía ya enfrentaba dificultades por el aumento de la inflación, que redujo el poder adquisitivo de las familias y obligó al Banco Central a elevar la tasa básica de interés hasta un 11 % anual, su mayor nivel en tres años y medio.
El aumento del costo del dinero redujo las inversiones e hizo caer la confianza de los empresarios a sus menores niveles en varios años.
Para Mantega, los festivos por el Mundial tuvieron un impacto negativo de 0,2 a 0,3 puntos porcentuales en el resultado del PIB.
El ministro también atribuyó el mal resultado trimestral a la crisis internacional, que, dijo, continúa reduciendo la demanda de productos brasileños en el exterior, y a problemas específicos como la prolongada sequía que este año afectó la producción agropecuaria y la producción de energía hidroeléctrica.
A semanas de las elecciones de octubre, el dato es un golpe para la presidenta Dilma Rousseff, cuya reelección ya está amenazada por la candidata Marina Silva, quien según una encuesta podría vencerla en una eventual segunda vuelta.