Guillermo Suárez es el maestro a cargo de la remodelación de las dos salas de clases del Centro de Detención Preventiva de Casablanca, las mismas donde logró terminar la enseñanza básica y media, además de aprobar un curso de técnico profesional en alimentación.

En estas aulas, reconoce Marco, ha crecido como persona y ha adquirido herramientas que le serán de mucha ayuda cuando salga en libertad.

“Llegué aquí con sexto básico y saqué el cuarto medio y el título. He logrado cosas gracias a la educación. El estudio sirve harto para cosas que se necesitan en el medio libre”

Así, con la misma ayuda de los reclusos, se continúa con los trabajos en las dependencias de la Escuela Juan Luis Vives, las que tienen capacidad para 45 personas. En la actualidad una sala ya se encuentra terminada y se espera que en el transcurso del presente mes se culminen las labores en la restante.

El jefe del CDP de Casablanca, capitán Cristian Cisternas, detalló que: “Es un proyecto que se ganó a través de fondos concursables de Gendarmería y que consiste en renovar el inmobiliario de los profesores -pizarra, silla y escritorio- junto con mejorar la aislación acústica, para lo que se instalaron ventanas de termo panel, se cambiaron la muralla que limita con el taller laboral y se cambió el techo”.

“La idea del proyecto es mejorar el ambiente de la sala y las condiciones que esta tenia y que generaba desconcentraciones por parte de los internos al escuchar las maquinarias que están en el taller o cuando la población realizaba alguna actividad deportiva”, sostuvo el Capitán.

El monto implicado en esta importante obra alcanza a $1.800.000, lo que beneficiará a los alumnos que día a día llegan hasta este lugar para nivelar sus estudios.