Esta mañana el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, explicó que los primeros proyectos de ley de la Reforma Educacional, buscan “cambiar un modelo basado en la competencia por alumnos, a uno más colaborativo, en red”, añadiendo que para esto es necesario cambiar las reglas del juego, “esto de que los colegios en vez de colaborar compitan unos con otros como si esto fuera una feria, hay que cambiarlo, para que las familias elijan entre distintos proyectos educativos sobre la base de la calidad y no sobre la base de la competencia por tratar de atraer alumnos”.

En la ocasión, el secretario de Estado descartó que estas primeras iniciativas legales, que están en el parlamento, estén impulsando el cierre de colegios: “no hay ninguna razón derivada del proyecto de ley que impulse a un colegio a cerrar o a cambiarse a particular pagado”. Y en este sentido, agregó: “Quiero enviar una señal de tranquilidad a la familia chilena, primero porque –como ha dicho la Presidenta- nosotros sí creemos, como demócratas que somos, en un modelo de provisión mixta”.

En esta línea Eyzaguirre manifestó que el actual modelo educativo chileno ha fracasado, “porque es el más segregado entre los países de la OECD, y nuestros resultados académicos en pruebas internacionales son muy malos: tenemos el mismo nivel de riqueza que Portugal, Polonia, Grecia, la República Checa y nuestros resultados educacionales son mucho peores que los de ellos”.

Ante la consulta sobre si el fin del copago significaría menos recursos para los establecimientos, el ministro fue enfático en explicar que el monto que hoy pagan los padres será reemplazado por el Estado “por tanto, el proyecto educativo va a seguir exactamente igual”. Y en el caso de los colegios que cobran el monto máximo de copago ($84.300) afirmó que se buscará el mecanismo para que estos recursos sean  reemplazados “peso a peso, porque no queremos perjudicar el proyecto educativo de nadie”.

Asimismo, Eyzaguirre volvió a referirse a la importancia de la no discriminación en el sistema educacional: “esta reforma se caracteriza por lo inclusiva (…) No tengamos miedo unos de los otros, tenemos que aprender a compartir, porque en la vida vamos a tener que compartir”.

Por último, el ministro manifestó que la reforma educacional que está impulsando el gobierno “es muy compleja y muy sistémica”, lo cual hace necesario el diálogo: “aquí nos falta confiar los unos en los otros -que es lo que yo aspiro a lograr- pero cuesta, porque hay muchas ideas preconcebidas, muchos temores”. En este sentido, destacó que el próximo 17 de julio comenzarán en todo el país los diálogos ciudadanos por la educación.