domingo 22 junio de 2014 | Publicado a las 4:02 pm · Actualizado a las 4:02 pm
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¡Fin del misterio! : Cientificos explican por qué los cables de los audífonos se enredan
Un grupo de investigadores del Departamento de Física de la Universidad de California en San Diego indagó acerca de este misterio que tanto molesta a los usuarios de auriculares. El estudio presentado llamado «Anudamiento espontáneo por agitación de un cable» (para el inglés «Spontaneous knotting of an agitated string») fue presentado por Dorian Raymer y Douglas Smith […]
Un grupo de investigadores del Departamento de Física de la Universidad de California en San Diego indagó acerca de este misterio que tanto molesta a los usuarios de auriculares.
El estudio presentado llamado «Anudamiento espontáneo por agitación de un cable» (para el inglés «Spontaneous knotting of an agitated string») fue presentado por Dorian Raymer y Douglas Smith e investiga cuáles son las razones que llevan a que los cables se enreden de forma espontánea y sin razón aparente. Lamentablemente, los resultados que arrojaron son desalentadores.
Según explica el estudio, el problema de los auriculares es que su cable mide más de 46 centímetros de largo. A partir de las pruebas realizadas, es casi imposible que un cable de menos longitud se anude cuando es expuesto a agitación.
A partir de esa medida, y hasta los 150 centímetros de longitud, la posibilidad de que el cable se enrede y forme nudos aumenta hasta un 50%.
La experiencia, según explica el sitio Business Insider, se realizó colocando en una caja cables de diferente longitud y sometiéndolos a diversos niveles de agitación. El resultado, de las 3415 experiencias que se llevaron a cabo, indica que el principal factor al momento de anudar los cables es el de la longitud y no la fuerza o la frecuencia con que se los agita.
La conclusión del estudio es que no importa que tan cuidadoso seas al guardar tus auriculares, mientras estos midan más de 46 centímetros, y menos de 150 centímetros de largo (la mayoría son de 1,2 metros) y estén expuestos del movimiento, indefectiblemente se van a anudar.
No porque haya alguna maldición sino por simple física; alcanza con un primer cruce para que todo termine en un rollo.