chita guisado Los cambios provocados en el borde costero por el terremoto de 8,2 grados Richter que sacudió este martes al norte del Chile y el posterior maremoto que golpeó las costas chilenas, sumados a la sobreexplotación y agotamiento de tradicionales productos marinos, podrían disparar los precios de pescados y mariscos en la tradicional celebración religiosa de Semana Santa.

A la crítica situación  en que se encuentra el 48 por ciento de las pesquerías del país, según un informe emanado por la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, Subpesca, esta semana se agrega el impacto generado por el movimiento telúrico y el tsunami en la flora y fauna marina de las zonas afectadas.

“El cambio principal es en el borde costero, como ha sucedido en los terremotos de 1985 y de 2010 en el Biobío, con consecuencias en cambios en los límites de áreas de manejo, variando la superficie total de las mismas, junto a la destrucción de infraestructura de desembarque y apoyo de embarcaciones y materiales de pesca, además de la interrupción de los accesos a las caletas de los pescadores, entre otros”, explica la investigadora Chita Guisado, bióloga de la Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales de la Universidad de Valparaíso, quien aseguró que al producirse el levantamiento del borde costero hay un impacto en la fauna y flora bentónica.

“El tsunami puede afectar zonas de cultivo suspendido (abalones, ostiones), dado que los sistemas suspendidos se enredan, como sucedió en Caldera y Tongoy en 2010”, asegura la experta, añadiendo que estos efectos podrían obligar a los pescadores artesanales a desarrollar sus actividades en las áreas de libre acceso.