El concejal viñamarino Jaime Varas, exhibió su preocupación por los problemas que está generando el comercio sexual, tanto de prostitutas como de travestis, en la Población Vergara. La situación, que duramente los meses de verano aumenta considerablemente, esta llevando a que algunos locatarios del sector, quieran cerrar sus negocios.

Varas dijo que “es muy preocupante que los vecinos de la Población Vergara, donde incluyo a los residentes y quienes tienen sus negocios, tengan que seguir soportando la desagradable presencia de prostitución, la que no sólo genera molestia sino que además provoca desordenes que van desde riñas, comercialización de drogas, hasta actos sexuales en plena vía pública”.

“Incluso – agregó el edil – desde hace muchos años que vengo mostrando una constante preocupación por el tema; incluso el año 2010 hice una presentación a la Fiscalía de Viña del Mar en torno a esta situación; pero lamentablemente cuatro años más tarde la problemática sigue de la misma forma por lo que llegó el minuto de tomar cartas en el asunto”.

El concejal Varas anunció que “en lo concreto, espero reunirme en las próximas horas con locatarios y vecinos del sector para escucharlos y analizar que caminos podemos seguir, porque uno como autoridad puede proponer muchas ideas, pero son ellos los que tienen que lidiar día a día con el desagrado de convivir con el comercio sexual”.

“Acá sería importante que el Ministerio Público en conjunto con las policías, iniciaran una investigación para determinar fehacientemente una serie de delitos que van a asociados al comercio sexual, como es la venta de drogas; actos reñidos con la moral en la vía pública; la existencia de prostíbulos clandestinos; y porque no descartar la presencia de comercio sexual con menores de edad”, puntualizó.

Finalmente el concejal Jaime Varas añadió que “Viña del Mar es una ciudad turística, que debe contar con todas las comodidades para sus visitantes, principalmente a aquellos que alojan en los hoteles de la Población Vergara; y tampoco podemos dejar de lado a quienes viven todo el año en la ciudad, y tienen que soportar este desagradable espectáculo que da el comercio sexual en las calles”.