Un premio especial por su destacada participación en el Concurso Elige No Fumar 2013 tuvo el Octavo Año Básico del  Colegio San Sebastián de Akivi de Isla de Pascua, los que alcanzaron el puntaje máximo para esta competencia.

Los 25 alumnas y alumnos del establecimiento educacional de Rapa Nui, junto a su profesor jefe Sergio Rubio, recibieron este estímulo por su importante participación en este programa ministerial, siendo la ocasión elegida para la entrega  de este premio, su ceremonia de graduación.

El curso premiado fue uno de los dos inscritos de la Isla de Pascua y que estuvo dentro de los finalistas a nivel nacional con otros 5 colegios de la región.

El concurso, que se realiza desde hace 6 años, tuvo este año una participación récord, con 1.117 cursos inscritos en todo el país y más de 30 mil estudiantes, que representa un 40 por ciento más que el año 2012.

Es organizado por la Oficina de Tabaco del Ministerio de Salud, y está dirigido a niños y jóvenes de Séptimo y Octavo Básicos y de Primero y Segundo Medios de establecimientos educacionales municipales, particulares subvencionados o privados.

El concurso está dividido en tres zonas geográficas de Chile: Norte, Centro y Sur. En la Zona Centro tres cursos de la Región de Valparaíso obtuvieron los más altos puntajes de esta actividad y ganaron los primeros lugares nacionales de sus categorías.

El objetivo del concurso es estimular a los jóvenes para que eviten iniciarse en el hábito de fumar. Para eso deben desarrollar acciones educativas y de vida saludable en su colegio y su comunidad, y abstenerse de fumar durante dos meses. El cumplimiento de estas metas les otorga puntos, que finalmente determinan a los ganadores.

El consumo temprano de tabaco es una realidad especialmente preocupante en Chile, que tiene el récord mundial de fumadoras en niñas de 13 a 15 años, con 37,1 por ciento. Por su etapa de desarrollo social los jóvenes son más vulnerables a influencias del medio, como el marketing, los hábitos de sus modelos o la presión de sus pares.

De ahí que, dentro de los objetivos de prevención, esté el promover habilidades sociales para resistir los influjos negativos y generar la convicción de que el ‘comportamiento no fumador’ es algo positivo, deseable y alcanzable.