domingo 15 diciembre de 2013 | Publicado a las 9:29 pm · Actualizado a las 9:29 pm
¿encontraste un error?
avísanos
Envíanos tu corrección
Papa Francisco: No soy marxista, pero no me ofende que me llamen así
El papa Francisco asegura que no es marxista, aunque dice que no se siente ofendido cuando se lo llaman, en una entrevista publicada hoy por el diario italiano «La Stampa» en la que muestra su preocupación por «la tragedia del hambre en el mundo». «La ideología marxista está equivocada, pero en mi vida he conocido a muchos […]
El papa Francisco asegura que no es marxista, aunque dice que no se siente ofendido cuando se lo llaman, en una entrevista publicada hoy por el diario italiano «La Stampa» en la que muestra su preocupación por «la tragedia del hambre en el mundo».
«La ideología marxista está equivocada, pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenas personas, por eso no me siento ofendido», reconoce el obispo de Roma.
Se trata de una entrevista centrada en la Navidad, la primera del argentino Jorge Bergoglio como papa, en la que reflexiona también sobre asuntos como el hambre en el mundo, la infancia, el diálogo con otras religiones, el futuro de la iglesia o la economía.
Francisco refirma que la mujer en la Iglesia tiene que ser «valorada, no clericalizada» y mantiene que la reforma del Ior, el banco vaticano, «va por el camino justo», apoyándose en los últimos informes positivos del Moneyval, el mecanismo de control financiero del Consejo de Europa.
Pero para el papa, la mayor preocupación es «la tragedia del hambre en el mundo» que, en su opinión, tiene solución con la cooperación de todos, por lo que exhorta a «dar de comer a los hambrientos».
En este sentido, Francisco asegura que con los alimentos desperdiciados cada día se podría dar de comer a muchísimas personas y hacer que los niños que lloran de hambre dejen de hacerlo.
«El otro día, en la audiencia del miércoles, había una madre joven con su niño de pocos meses. Cuando pasé a su lado el niño estaba llorando. Yo la dije que creía que el pequeño tenía hambre y ella me respondió que sí. Yo entonces la repliqué: ¡pues amamántalo, por favor!», recordó el papa.
El pontífice explica que esta anécdota es un ejemplo de lo que le gustaría decir a la Humanidad: «¡Dad de comer a los hambrientos».
«En el mundo tenemos suficiente comida para acabar con el hambre. Si trabajamos con la asociaciones humanitarias y nos ponemos de acuerdo en no desperdiciar comida, haciéndole llegar comida quien la necesita, habremos contribuido a resolver la tragedia del hambre en el mundo», propone durante la entrevista.
Bergoglio vuelve a mostrar su preocupación por los más débiles, en concreto hacia los niños, y explica que durante sus oraciones pregunta a Dios «¿por qué sufren?». «
Además, el obispo de Roma vuelve a hablar de la economía, que tanto ha criticado durante estos primeros meses de pontificado y que, a su juicio, «mata».
«Cuando hablo de economía no hablo desde el punto de vista técnico. Había la promesa de que cuando el vaso rebosara los pobres se favorecerían, pero sucede a menudo que cuando el vaso está lleno, de pronto se hace grande y su contenido nunca llega a los más necesitados», critica.
La próxima Navidad es la primera que Bergoglio pasará como sucesor del Apóstol Pedro y, durante la entrevista, reconoce que la Nochebuena piensa en los cristianos de Tierra Santa que no pueden profesar su fe.
«La Navidad siempre me hace pensar en Belén, un punto preciso en Tierra Santa donde vivió Jesús. En Nochebuena pienso sobre todo en los cristianos que viven allí y que tienen la dificultades por las que han tenido que dejar aquella tierra. Pero Belén continúa siendo Belén», aseguró.
Así, reconoce que «están trabajando en su próximo viaje a Tierra Santa» para seguir con «la era de los viajes papales» iniciada con Pablo VI en 1964 y cita como su principal prioridad el diálogo con otras religiones.
«Para mí el ecumenismo es prioritario. Hoy existe el ecumenismo de sangre y aquellos que matan a cristianos no piden el carné de identidad para saber en qué iglesia ha sido bautizado. Te matan porque llevas una cruz», asegura el pontífice.