La muerte de Brittany Murphy, ocurrida el 20 de diciembre de 2009 a la edad de 32 años, habría sido por envenenamiento, según un reciente estudio realizado a petición de su padre Angelo Bertolotti.

Bertolotti nunca creyó en el reporte que afirmaba que su hija había muerto a causa de una neumonía agravada por intoxicación, la misma causa que produjo la muerte del esposo de Murphy, Simon Monjack, apenas cinco meses después.

Con la misma seguridad como impulso para la investigación pidió que se examine con detenimiento el nivel de toxinas y metales que tenía los cuerpos de su hija y el de Monjack, proceso que la policía de Los Ángeles nunca había realizado.

La gran revelación fue publicada recientemente por The Examiner, sitio donde se dio a conocer el resultado del mencionado análisis: Brittany Murphy tenía en su organismo diez metales en niveles anormales, tomando como parámetro un informe de la Organización Mundial de la Salud.

¿La habrá envenenado su propia madre?

Según cuenta el informe, los mencionados metales son generalmente encontrados en insecticidas y en químicos para exterminar roedores.

Aún no se confirmó una posible reapertura del caso, pero el padre de Murphy, al saber el resultado del análisis, fue más que claro: «mi hija no padecía de anorexia ni se drogaba ni tantas cosas que han dicho. No voy a descansar hasta que se llegue a la verdad. Va a haber justicia para Brittany».

Sabiendo que ahora el envenenamiento es la teoría más fuerte, ya comenzaron a generarse diversas especulaciones. Una de ellas apunta a la madre de Murphy, quien presentó una conducta errática luego de la muerte de su hija, admitiendo que, semanas después al hecho, había compartido momentos íntimos con Monjack para apaciguar el dolor.