miércoles 4 septiembre de 2013 | Publicado a las 6:18 pm · Actualizado a las 6:18 pm
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Asociación de Magistrados pide perdón a las víctimas perseguidas en la dictadura
Este miércoles, la Asociación de Magistrados pidió perdón a las víctimas perseguidas en la dictadura y a quienes no le prestaron protección judicial, a pesar de haber presentado recursos de amparo para evitar ser detenidos por agentes de seguridad e inteligencia, tras el golpe de Estado. En un comunicado, los jueces señalaron que, “no es […]
Este miércoles, la Asociación de Magistrados pidió perdón a las víctimas perseguidas en la dictadura y a quienes no le prestaron protección judicial, a pesar de haber presentado recursos de amparo para evitar ser detenidos por agentes de seguridad e inteligencia, tras el golpe de Estado.
En un comunicado, los jueces señalaron que, “no es posible eludir la responsabilidad histórica de nuestra judicatura en relación a la vulneración de los derechos básicos de la persona humana producidos durante el régimen dictatorial. Hay que decirlo y reconocerlo con claridad y entereza: el Poder Judicial y, en especial, la Corte Suprema de la época, claudicaron en su labor esencial de tutelar los derechos fundamentales y proteger a quienes fueron víctimas del abuso estatal”.
En la declaración, piden disculpas por haberse negado a prestar protección a quienes la reclamaron sucesivamente, por rechazar los recursos de amparo de personas que nunca más se vieron y la negativa a investigar las acciones criminales, como también la renuencia a constituirse en centros de detención y tortura.
«El Poder Judicial pudo y debió hacer mucho más, máxime cuando fue la única institución de la República que no fue intervenida por el gobierno de facto. Establecido lo anterior, como Asociación Nacional de Magistrados, sin ambigüedades ni equívocos, estimamos que ha llegado la hora de pedir perdón a las víctimas, sus deudos y a la sociedad chilena por no haber sido capaces, en ese trance crucial de la historia, de orientar, interpelar y motivar a nuestra institución gremial y a sus miembros a no desistir de la ejecución de sus deberes más elementales e inexcusables, a saber, el cumplimiento de la función cautelar que en sí misma justifica y explica la existencia de la jurisdicción».