Le preguntamos a una amplia variedad de vecinos, desde artistas hasta dirigentes. Varios se oponen tajantemente y muy pocos salen en su defensa. 

Marysol Bustamante y Claudio Ibacache.

058Luego de diez años, la cadena Mall Plaza obtuvo el pase para empezar a construir el proyecto inmobiliario que Ricardo Lagos anunció: El Mall Plaza Barón. Una construcción que ocuparía doce hectáreas del borde costero de Valparaíso, un anfiteatro natural que diversos actores de la ciudad han defendido con garras la última década.
El proyecto consta de 12 hectáreas, de las cuáles siete estarán destinadas a espacios públicos. La Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) traspasó los terrenos a la cadena para comenzar a construir próximamente, pese a dejar una serie de interrogantes.

Una de ellas es la falta de un estudio de impacto ambiental, la no consideración de las cartas de inundación del SHOA, que según ha sido consignado en medios de prensa locales, el Mall estaría bajo la cota inundación; el reclamo de representantes del comercio, que sostienen que se verían seriamente perjudicados con la existencia de semejante gigante comercial.
Sin embargo, Mall Plaza superó el último escollo el cinco de febrero de este año, cuando la Dirección de Obras entregó la autorización para la edificación en el sector de la tornamesa, que tiene los días contados, aunque sus defensores dicen que “ese mall no se va a construir”.

El jefe comunal, Jorge Castro, ha dicho en innumerables ocasiones que el proyecto del Mall es una oportunidad para darle al puerto el empuje que necesita. Pero, la oposición ciudadana es cada vez más fuerte, y se ha sugerido un plebiscito para saber cuál es la opinión de los porteños. Para muchos el plebiscito sería la instancia para definir este tema. De hecho, muchos porteños entrevistados lo exigen como una forma de salir de esta coyuntura de modo democrático.

La oposición de parte de diversos profesionales ha sido tal, que incluso el Colegio de Arquitectos envió una misiva al Presidente de la República, debido a «nuestra preocupación respecto a la calidad portuaria e impactos urbanos patrimoniales que la presente licitación causaría inevitablemente a nuestra ciudad».

Según aparece consignado en el sitio de Mall Plaza, una encuesta reveló que el setenta por ciento de los porteños consultados está de acuerdo con el proyecto, pero la reacción que han tenido diferentes sectores de la sociedad, desde la misma Armada, -cuyo Comandante Jefe dijo en su minuto que sería “la muerte del puerto”- hasta comerciantes, evidencia que tal porcentaje de aprobación dista mucho de la realidad. ¿Será tan asi?

“Ese mall no se va a construir”

Jorge Bustos, presidente de la Federación de Trabajadores Portuarios recordó que el próximo 4 de abril “los porteños defenderemos nuestro borde costero. Nos movilizaremos en contra del VTP y la licitación que pretende desarrollar EPV, nos parece una agresión a la fisonomía de la ciudad, porque los visitantes vienen a ver el mar y a partir de la propuesta de EPV, los turistas verán un murallón de conteiners desde Sotomayor hasta la escuela de derecho, un murallón desde Francia hasta Barón”.

Asimismo, el dirigente considera una “agresión” no considerar la opinión de la ciudadanía antes de construir proyectos de tal envergadura: “La intervención que hoy pretende la EPV no puede ser tomada por un par de personajes que depende de familias del poder político, que no viven en Valparaíso y simplemente vienen a ganar plata, los dueños de los terrenos que pretenden construir sin consultar, es una agresión, es un abuso aprobar una propuesta que debe ser consultada”.

Por su parte, Sebastián Oyarzún, presidente de la Federación de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, pese a que aún no hay una posición de la mesa ejecutiva, aseguró que es necesario adoptarla debido a la relevancia del problema.

“Es catastrófico, para los pobladores y más que nada para Valparaíso debido a que según las autoridades es una especie de salvavidas para la región y que traerá beneficios. Como federación no tenemos una postura, pero he asistido a juntas de coordinación de movilizaciones, nos reuniremos además de la marcha del 4 de abril en repudio a la construcción”.

Oyarzún se refirió además al argumento que esgrime Mall Plaza para defender su proyecto, de que aportaran con 2500 puestos de trabajo durante su construcción para la ciudadanía, y otros 1500 cuando esté listo: “No traerá tales beneficios, porque es un cáncer que se pondría dentro de la región debido a que suprimiría el comercio menor que existe en el plan”.

Críticas

Verónica Cáceres, fotógrafa y coleccionista de fotografías antiguas, tiene una colección de 15 mil fotos, muchas de ellas de Valparaíso cuando aún apenas existían edificaciones con más de tres pisos de altura.

Opina que la eventual construcción del centro comercial es “falta de cultura, y el Mall Barón es una muestra de eso, es no apreciar lo que tenemos, echar abajo por plata, por nada más porque si yo fuera el alcalde, no echaría nada abajo, pintaría todo. Hay tantas cosas que hacer en Valparaíso y que no se hacen”.
Eduardo Valdebenito es profesor y se desempeña como subdirector del Instituto Superior de Comercio de Valparaíso (INSUCO). Valdebenito asegura que como instituto no tienen, todavía, una opinión respecto a la construcción de mall, “pero a modo personal, debo decir, que mi opinión es una crítica a la edificación, puesto que destruirá todo el comercio de esta parte de la ciudad, lo cual será lamentable”.

Como profesor, no tiene miedo de que los alumnos hagan la cimarra en el mal. “Los jóvenes lo hacen donde sea. Así que no creo que se produzca más porque haya un local específico”, aseguró, y cree que los chicos son conscientes del patrimonio y de lo que conlleva cuidarlo. Sin embargo, y como varios entrevistados, no se niegan a que haya un proceso de modernización, pero el Mall se podría emplazar en otro lugar y no necesariamente en el borde costero”. Un plebiscito sería una forma de definir el tema.

“A la punta del cerro”

Víctor Hugo Bustamante, dueño de la librería “Ivens” reflexionó sobre el tema y expresó que “como porteño siento que debo estar en contra del mall, porque afectará el patrimonio y acabará con parte del Puerto, tanto al comercio como a la vida de la gente del sector. Además no corresponde a la identidad de Valparaíso”.

Sin embargo, expresó que no está en contra de la modernización y que el centro comercial no afectaría tanto si se emplazará en otro lugar. “Yo mandaría este proyecto, literalmente, a la punta de un cerro, pero en serio lo digo, se podría activar un polo comercial dentro del sector y no tendría por qué afectar al barrio histórico, aparate igual la gente se pegaría el pique”.

Igual opinión tiene el presidente de la Junta de Vecinos del barrio Almendral, Juan Francisco Echeverría. “Que lo pongan en la punta del cerro, en las afueras de la ciudad, o en Curauma para que se desarrolle como localidad, en cualquier parte donde no afecte el patrimonio. No me niego a que se haga, no estoy en contra del progreso, lo que nos molesta son las malas ideas como por ejemplo, dónde se les ocurrió poner este centro comercial”, aseguró.

Para él, la construcción en el borde costero es una de las peores ideas que se les pudo ocurrir puesto que “se formarían tacos descomunales, aumentaría la delincuencia y pondrían música a cada rato, lo cual afectaría la vida de los vecinos. No podríamos vivir tranquilos, no pudieron emplazarlo en un lugar más inapropiado, ellos tienen dinero para edificar un castillo en el cielo si quieren, ¿Por qué eligieron este lugar? Pésimo”.

Sin embargo hay gente, como la cantautora Pascuala Ilabaca, que cree que el mall no se debiera construir ni en la punta del cerro: “¡No!, ¿para que vamos a romper la armonía de los cerros?, por mí, que no se construyera en ningún lugar de Valparaíso, pero como ya está aprobado, lo pondría en las afueras de la ciudad”.

Pascuala asegura que la gente está consciente del daño que se le hará al Puerto con esta construcción y asegura que la gente tiene que trabajar: “Tenemos la distinción de ciudad patrimonial, sabemos que tenemos un patrimonio inmaterial que cuidar y debemos trabajar para respetar los espacios y defender a Valparaíso. En esta ciudad quebró McDonalds, tenemos la fuerza para generar cambios”.

Opinión dividida

Por otro lado, hay quienes tienen una opinión dividida. Boris Díaz, administrador del tradicional Mercado Cardonal, asegura que el centro comercial traerá tanto cosas positivas como negativas para el Puerto.
“Por una lado, la creación del mal obligará al alcalde a reparar las calles para ordenar la ciudad, porque se formará un caos cuando se construya el edificio. Además será un atractivo para las personas y creo, que de rebote, la gente se dará una vuelta por el mercado”, aseguró Díaz quien agregó que no tienen miedo por la edificación puesto que “hemos estado más de 100 años en el mismo lugar y nada nos ha afectado. El proyecto de Barón no nos quitará nuestra clientela”.

Pero, tiene también sus razones para estar en contra puesto que “no ofrecerá nada nuevo para Valparaíso, los malls están en todo el mundo, no hay nada especial en este. Aparte ¿de dónde sacarán gente que vaya al lugar?, si la misma gente del Puerto va a Viña o a Belloto para recorrer los centros comerciales, no hay nada de nuevo en este”.

Jaime Barrientos, ex concejal por Valparaíso, hoy dedicado a su precandidatura a diputado por la Unión Demócrata Independiente apunta sus dardos a la concertación: “Proyectos de esta naturaleza ciertamente concitan adhesión y rechazo. Es legítima la diferencia de opiniones, pero no la demagogia. Ahora que regresa la ex presidenta Bachelet, me imagino que los detractores del proyecto tendrán oportunidad de preguntarle por qué firmó el decreto de concesión”.

Pero, sostiene que si bien existe la posibilidad de empleo, es la proyección del puerto lo que le preocupa. “Si este proyecto permite a los porteños tener nuevas fuentes de empleo, espacios públicos de calidad y un nuevo borde costero, creo que representa una oportunidad de desarrollo. Con la misma claridad, digo que no estoy de acuerdo con la construcción de edificios de departamentos en el área concesionada, porque ello implicaría que esos terrenos se pierden definitivamente como zona de crecimiento portuario».

¿Y quién está de acuerdo?

Además del alcalde Castro, existe una asociación sin fines de lucro, con más de cien años de existencia cuyo actual mandamás está de acuerdo con la construcción del centro comercial. Camilo Cabrera, presidente del Bote Salvavidas, dijo a El Epicentro que “por muchas décadas el borde costero ha estado igual y no nos hemos acercado al mar. Cerrado en sectores y abandonado en otros, entregado a la delincuencia y suciedad en el sector de Portales”.

“Ahora que hay un proyecto que revitaliza el sector surgen opiniones interesadas que pretenden obstaculizarlo.  Vean lo que significo el Mall para San Antonio, que se muestre esa realidad.  Acá también será un punto de reunión para el habitante porteño.  Lo que debe hacerse es mejorar y ampliar los miradores porteños, muchos no tienen como estacionar un vehículo, la delincuencia disfruta, hasta pasan desapercibidos.  Y lo peor es que nadie dice nada o propone una idea de mejora.  No podemos quedarnos en el pasado, debemos abrirnos al desarrollo y el mall es una excelente oportunidad”.

Todas estas opiniones dejan en claro una cosa: el tema no le es indiferente a nadie, y entre propuestas, sugerencias y críticas todos buscan cuidar a Valparaíso, no sólo porque es Patrimonio de la Humanidad, sino que es la ciudad en donde viven y sólo buscan lo mejor para ella.