Hay a lo menos 10 en la Ciudad Jardín. Incontables son los terrenos donde empresarios botan basura y escombros de todo tipo, lo cual se convierte en un riesgo tanto para la población como para el medio ambiente.

Por Marysol Bustamante.

Ferreteria fachada

La fachada de la ferretería “El Negro Veloz”, de unos cien metros de ancho, deja a la vista compresores, autos, tambores y latas. Si bien también es un  área de venta de materiales de construcción, es a la vez un botadero que llega a los pies de la cancha “Los Almendros”.

Son toneladas de chatarra que según archivos de prensa, es un problema reiterado para los vecinos del sector. El basural se encuentra a la altura del paradero 5 y medio  de Achupallas, en la Av. Manuel Guerrero.

Los escombros ocupan buena parte del sitio trasero que además es compartido por viviendas y la Capilla Asunción de María. Pese a que es una zona residencial, la permanencia de estos escombros y las consecuencias que trae su acumulación no son tomadas en cuenta por el dueño de este sitio, convertido en basural, y que según el director de operaciones y servicios de la Municipalidad de Viña del Mar, Patricio Moya, ha sido sancionado en reiteradas ocasiones.

A LA JUSTICIA

Moya dijo a El Epicentro que “es un tema histórico ese local, ha sido sancionado muchas veces. Los causantes de la acumulación de residuos están identificados y ha sido denunciado varias veces por unidades vecinales. Lo que vamos a hacer  es primero, elevar el tema a la justicia, porque ya no se trata de cursar infracciones, que son 5 UTM, que para ellos no es nada. Lo que haremos es retirarlo, lo cual tiene un costo de cincuenta a cien millones de pesos, y en base a eso haremos la acción judicial, y lo vamos a remitir a todos los responsables”.

Asimismo, el daño ambiental producido a la actual cancha de futbol y la larga data del problema, obliga a buscar sanciones económicas acorde a los perjuicios producidos a los vecinos del lugar y en definitiva, retirar los escombros: “yo tengo un rango de sanción en términos económicos, pero es una migaja referente al problema medioambiental que ocasiona. Tenemos primero el espacio de los vecinos, pueden haber hidrocarburos y genera el desarrollo de vectores, como plagas que emergen de esto, como ratas e insectos que se van desarrollando, se generan olores y fundamentalmente, es el riesgo hacia la comunidad el punto de vista de las áreas de esparcimiento”, sostuvo Moya.

El panorama se repite en varios sectores escondidos de Viña del Mar, que pese a que no están a simple vista y que en su mayoría son basurales incipientes en predios privados, que de no ser controlados desencadenan una serie de problemas ambientales.

El concejal Víctor Andaur, ex presidente de la comisión de medio ambiente del concejo municipal, dijo a El Epicentro que existen a lo menos diez vertederos ilegales, lo cual se convierte en una verdadera ruta de la basura.

Mapa de la basura

Ferreteria 2

Es posible encontrar botaderos a lo largo y ancho de la ciudad Jardín. Andaur especificó que están “escondidos”  en lugares que no están a la vista desde la carretera, tales como “los cerros que rodean la Quinta Vergara, Nueva Aurora y Forestal. Hay allí una gran cantidad de escombros, también por las Palmas, los caminos de tierra también hay basurales”, dijo el edil.

Por el camino las Palmas es posible divisar bolsas plásticas. Pero, luego de diez minutos subiendo por la ruta de los palmares hacia Santiago, podemos ver una pequeña entrada habilitada, que parece un camino inconcluso.

Ahí es posible detenerse sin mayor dificultad. Subiendo un pequeño montículo de tierra, hay una serie de escombros de construcción: baldosas, restos de hormigón, tubos de PVC y espuma de sillones repartidos por el lugar, además de rodillos y galones de pintura.

La mayoría de los terrenos del camino Las Palmas son de propiedad privada, lo cual hace más difícil el retiro de los escombros, según explica el director de operaciones, quien sostuvo que: “Lo primero es que el responsable del proyecto debe asumir la responsabilidad del residuo, pero muchas veces disminuyen costos botándolos en cualquier parte. El daño que hacen no es de cinco UTM, sino que es millonario, pero lo que haremos es demandarlos por el perjuicio, lo cual alcanza cuatro millones más o menos. Hay que darle mucha fuerza, nadie puede darse el lujo de comprar un terreno y esperar a que se desvalorice”.

Asimismo, siguiendo la ruta hacia la Universidad Viña del Mar, hay varias esquinas que están llenas de basura. Otro lugar que preocupa es el sector que nombra Andaur en la entrevista que es el de “la zona de El Salto cercano al jardín botánico”, una zona industrial que se caracteriza por el tránsito de camiones que transporten toneladas de ripio.

Acudimos al lugar para comprobar la existencia de los escombros, y justo debajo del troncal Sur, a la altura del puente que cruza el metro hacia Quilpué, además de arenales, también hay restos de W.C, tejas y pedazos de madera, los cuales se acumulan día a día según algunos lugareños, que prefirieron mantener su nombre bajo reserva.

Otros problemas ambientales

basural portadaAndaur menciona además el problema con las aves migratorias producto de la intervención del estero Marga Marga. “Las aves que por migración llegaban a la ciudad, no tienen dónde situarse y habitan los edificios, con problemas de suciedad porque se les ha quitado el espacio natural, que era el estero. La parte superior, el inicio donde está el puente las Cucharas es un humedal que no se ha mantenido de buena manera, las aves se iban para allá,  y además hay basura y empresas que botan desechos contaminantes al estero, que ha generado un gran problema con las aves que hoy las podemos ver pululando por la calle”.

Patricio Moya explicó que la presencia masiva de aves en el sector del estero de Viña del Mar es un indicio del buen estado de este, debido a las tareas de saneamiento de los últimos años y el control de plagas que significa la presencia de estos animales. Tal y como explica Moya: “el sistema de monitoreo hace unos años atrás significó recuperar la fauna y la flora, que significó además un control biológico de zancudos por ejemplo”.

“Cuando el agua está estancada, se generan un montón de larvas, cuyo principal depredador es el zancudo. Si el agua está limpia, hay un montón de fauna beneficiosa para controlar la plaga de zancudos, como la gamucia y los pájaros, que son grandes consumidores del zancudo adulto, pero para eso necesitamos que esté saneado. Cuando teníamos esa plaga, con la fosa séptica que era el estero, era imposible vivir aquí. Para muchos son molestos los pájaros, pero son tremendamente beneficiosos para el medio ambiente, siempre y cuando el agua  esté en buenas condiciones”, explicó Moya.