lunes 17 diciembre de 2012 | Publicado a las 1:26 pm · Actualizado a las 1:26 pm
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José Yuraszeck, el hombre que realmente manda en el fútbol chileno
El empresario es el principal gestor de que hoy Jorge Sampaoli esté al mando de la selección chilena adulta de fútbol. El mandamás azul es quien está detrás de las principales decisiones del balompié nacional Participante de la Bolsa de Comercio, José Yuraszeck Troncoso (60 años), militante de la UDI, ingeniero civil industrial y empresario, […]
- El empresario es el principal gestor de que hoy Jorge Sampaoli esté al mando de la selección chilena adulta de fútbol. El mandamás azul es quien está detrás de las principales decisiones del balompié nacional
Participante de la Bolsa de Comercio, José Yuraszeck Troncoso (60 años), militante de la UDI, ingeniero civil industrial y empresario, en 1978 ingresó a trabajar en Odeplan para luego ingresar a Chilectra, donde alcanzó notoriedad como gerente general y pasó a la historia por el polémico caso “Chispas”.
En este tema, se acusa a Yuraszeck de vender la totalidad del paquete controlador de Enersis a la empresa española Endesa en 1997, a través de la “Sociedad Chispas”, que “fueron creadas en 1987 por un grupo de ex ejecutivos y empleados de la ex Chilectra Metropolitana S.A., que decidió tomar parte en la propiedad de la empresa en la cual trabajaban, a través del aporte de las indemnizaciones que recibirían producto de la privatización de la compañía por parte del Estado”, señala la investigación del académico de la Universidad de Chile, Teodoro Wigodski llamada “Caso Chispas”.
Posteriormente, José Yuraszeck junto a sus ex socios en Enersis Marcos Zylberberg, Luis Fernando Mackenna, Marcelo Brito, Arsenio Molina y Eduardo Gardella, fueron acusados por el ya mítico caso Chispas, surgido en la venta del paquete controlador del holding eléctrico a Endesa España, en lo que se denominó “el negocio del siglo”. A raíz de esta acusación, en 2004, la justicia condenó a los implicados con el pago de USD $75 millones en multas a los socios estratégicos. Básicamente, el polémico fallo sostiene que los ejecutivos usaron sus cargos directivos en beneficio propio “infringiendo la transparencia del mercado de valores y ocultando información a los restantes directores y accionistas de las citadas compañías”.
Lo anterior resume el quehacer “extrafutbolístico” de un hombre que hoy es aclamado por una parte importante del aficionado del club Universidad de Chile, convertido en accionista principal de la concesionaria Azul Azul (que controla a la U) y que con todo su poder, es también temido en círculos deportivos y políticos.
Un hombre poderoso
En pleno gobierno del socialista Salvador Allende, formó parte del opositor Frente de Acción Gremial, ente creado bajo la inspiración del abogado conservador Jaime Guzmán, posterior fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI). Sus primeros trabajos los realizó en el sector de la construcción, específicamente en grandes obras públicas.
Bajo la dictadura de Pinochet, Yuraszeck fue ocupando diversos cargos de importancia ministerial, aunque sin llegar a ocupar una cartera determinada. De todas formas, cuentan sus cercanos, se convirtió en un hombre “de extrema confianza” para Pinochet. De esa manera fue forjando su “estilo de hacer las cosas”, es decir, no actuando en primer lugar de la tribuna, pero si tomando decisiones relevantes en materia política y económica tras las sombras. “Para algunos fue un hombre temido, de decisiones tajantes”, señala una fuente, sin determinar específicamente en qué plano la palabra de Yuraszeck cobraba importancia superior.
Luego sobrevino el “caso Chispas”, con un Yuraszeck ahora si como actor principal de la movida económica. No obstante, gracias al apoyo de un buffet de abogados lo suficientemente poderoso para evitar que el empresario purgara con cárcel, Yuraszeck se limitó a cancelar la millonaria multa dictaminada por la justicia.
Pero no sería éste el único episodio: Yuraszeck también estuvo involucrado en el escandaloso caso de Corfo-Inverlink en el 2003. El desaparecido diario La Nación –en su edición impresa- así escribió al respecto: “En la misma situación está Inversiones Santa Cecilia, propiedad del empresario José Yuraszeck, a la que Corfo demandó por cinco mil millones de pesos. La causa se tramitará en el 4º Juzgado Civil.
Estos, junto a otras 15 instituciones, retiraron los fondos que invirtieron en las sociedades del quebrado holding poco después de conocer el envío de información reservada desde el Banco Central a Inverlink. Según Corfo, los dineros fueron sustraídos desde sus arcas mediante operaciones fraudulentas, como fue el uso de información privilegiada”, sostuvo La Nación.
Acaso por todo este “palmarés” empresarial, Yuraszeck decide el 2007, “blanquear su imagen”, conviertiéndose en accionista de la concesionaria Azul Azul, la encargada de salvar de caos económico a un quebrado club deportivo de la Universidad de Chile que incluso, estuvo a un tris de perder su nombre, por los resquemores de su entonces rector, Luis Riveros, de asociar a la universidad con empresarios cuyos antecedentes no eran los mejores.
La “muñeca” de Yuraszeck y su equipo pudo más y hoy nadie repara en que Azul Azul (al igual que Blanco y Negro en Colo Colo) sólo tiene como nombre de fantasía a la Universidad de Chile.
Mandando en las sombras
Conocedor el manejo empresarial a ultranza y de la forma cómo debe acelerarse cualquier tipo de cambio que conlleve réditos económicos (y deportivos en este caso), Yuraszeck siempre fue el hombre fuerte del directorio de Azul Azul, postergando a un segundo plano a otro empresario de fuste como Carlos Heller –vinculado al grupo Solari, dueño de Falabella-, y teniendo al ex timonel Federico Valdés –militante UDI; ex rector de la Universidad del Desarrollo- su aliado preciso para gobernar a la “U” desde las sombras.
Terminado el periodo de Valdés como presidente de los azules, la entrada de Yuraszeck se convierte en realidad. Con aires mesiánicos a la hora de declarar a los medios, adoptando incluso un tenor casi evangelizador, Yuraszeck se convierte en el presidente del club de sus amores, estableciendo una serie de metas deportivas que por cierto, no todas fueron cumplidas, salvo el innegable éxito internacional de la Copa Sudamericana el 2011, y el tricampeonato de los azules (Apertura y Clausura 2011; Apertura 2012).
Paralelamente a su irrupción como dirigente de la “U”, a Yuraszeck le cupo una vital participación en las partidas de Marcelo Bielsa y Harold Mayne-Nicholls, desde la selección chilena adulta de fútbol y la ANFP, respectivamente, como también, en la presencia de Sergio Jadue en la testera del ente rector del fútbol chileno. También tuvo injerencia en el nombramiento de Claudio Borghi como reemplazante de Bielsa, no obstante, nunca participó directamente de las negociaciones entre la ANFP y el ex adiestrador de la Roja.
La determinación de los tipos de campeonatos que rigen al fútbol chileno, también pasan por decisiones de Yurazseck, como asimismo, la línea programática del Canal del Fútbol (CDF), “aconsejando” no mostrar imágenes de violencia en las transmisiones, que atenten contra el “producto fútbol”. Mucho tuvo que ver también la poderosa mano del empresario, en que a Universidad de Chile no se le castigara como correspondía, por los bochornosos episodios de violencia que cada cierto tiempo protagoniza una parte de su hinchada más radical, aglomerada bajo el alero de “Los de Abajo”. Los dirigentes-barristas afines al directorio de Azul Azul cuentan con una logística y salvo-conductos de primer nivel, que incluso ponen en ridículo la efectividad de plan “Estadio Seguro”.
Su poder continúa
Dos episodios marcan que el poderío de Yuraszeck, lejos de tambalear, continúa con más fuerza que nunca. El primero, el “incidente Labruna”, que tuvo por protagonista al entrenador de Colo Colo en su bullado accidente automovilístico. El verdadero responsable en filtrar la información a la prensa de que el adiestrador albo era quien manejaba su auto -y no su esposa- fue el propio Yuraszeck, demostrando que sus tentáculos incluso alcanzan las fuentes policiales.
El segundo: La llegada de Jorge Sampaoli a la selección chilena adulta de fútbol, es único y exclusivo mérito del máximo jerarca de Azul Azul. Noche y día, hora tras hora, minuto tras minuto, Yuraszeck convenció a la testera de la ANFP en contratar al casildense, no sin antes, redituar a la “U” con algo. Es cierto que al fútbol chileno le costaba USD $ 1 millón resarcir a los azules de la pérdida de su entrenador. Empero, el “gesto” de Azul Azul, de rebajar en un 50% esta indemnización, no dejó de ser un buen negocio para Yurazseck y compañía, pues igual llegarán dineros frescos a sus arcas, siempre y cuando éstas sean invertidas en materia deportiva.
La desgastada relación del Sampaoli con el directorio de la U, terminó por colmar la paciencia de Yuraszeck, quien no quiso dar crédito a las quejas del trasandino en su petición de no despotenciar al plantel azul en su afán de conseguir más títulos. A la larga, el segundo semestre del 2012 para la U fue un fiasco, pues no ganó ninguno de los títulos prometidos por Yuraszeck: La Suruga Bank, la Recopa, la Copa Sudamericana y el Clausura.
Pero qué importa. Yurazseck hizo un buen negocio con la ANFP, se deshizo de un molestoso Sampaoli y lo mejor para él, su poder sigue vigente desde las sombras del fútbol chileno.