•  El retiro de Manuel Neira pone fin a una de las generaciones más doradas del fútbol chileno, tras ese histórico tercer lugar en el Mundial Sub-17 de Japón ’93. El delantero, quien jugase en Everton anotando 16 goles en la campaña de 1996 en la 1ª B, optó por seguir su carrera en la televisión, tras una escandalosa salida de su último club, Unión San Felipe.

“Manuel Neira le ha hecho un daño tremendo al fútbol. El me pidió venir a jugar acá, pero siempre se quejó de todo. Al fútbol hay que tenerle respeto y claramente, Manuel no lo tuvo”. Conceptos y reflexiones de Marco Antonio Figueroa, el entrenador de Unión San Felipe, quien sin ocultar su rabia, disparó contra Manuel Alejandro Neira Díaz, “Manolito” o “Manolete”, el crack que con apenas 15 años conquistó a las adolescentes chilenas en 1993, y fue sinónimo de respecto y admiración por las defensas rivales de otros países, que veían a este chileno menudo y con cara de “niño bueno”, a un goleador de técnica exquisita y goles hermosos.

Claro, Figueroa está enrabiado, porque Neira, hoy con casi 34 años a cuestas, le comunicó –a través de terceros- que dejaba al club aconcagüino (tras pasar antes por Racing de Argentina, Las Palmas de España, Sao Paulo de Brasil; América de Cali de Colombia, Jaguares de Chipas de México, Hapoel Tel Aviv de Israel; Colo Colo, Unión Española, DeportesLa Serena, Santiago Morning, Everton y San Luis), y al fútbol, para enrolarse al reality “Pareja Perfecta” de Canal 13.

Su retiro del fútbol generó un comidillo de opiniones más en contra que a favor, fundamentalmente por lo que fue la carrera del delantero, quien a temprana edad se vio envuelto en líos extrafutbolísticos, incluyendo un par de detenciones por manejar en estado de ebriedad, receptación de artículos robados –el episodio de las joyas que eran un regalo para su entonces esposa Pamela Díaz-, un polémico video que circuló en Internet donde aparece masturbándose, y varios otros hechos de indisciplina en los diversos clubes donde militó.

SU PASO POR VIÑA

Su permanencia en Everton en 1996, fue de dulce y agraz: Anotó 16 goles en todo el año, fue figura importante de un equipo que igualmente, no pudo ascender a 1ª división, pero fuera de la cancha, se fue forjando un Neira amigo de la noche, las juergas con alcohol y mujeres, y una serie de hechos que determinaron que no siguiera al año siguiente en la plantilla dirigida entonces por Leonardo Véliz, técnico que conoció muy de cerca al díscolo delantero y su entorno.

“Lo que pasó con Manuel Neira fue lo mismo que ocurrió con una generación de futbolistas que descolló en ese mundial infantil, es decir, se crearon muchas expectativas con ellos. Ahora, Manuel llegó donde tenía que llegar nada más. Jugó un mundial infantil, estuvo invitado al Mundial adulto de Francia ’98, pasó por clubes de Argentina, Colombia, Brasil, España, pero sin descollar, sin ser deslumbrante. El se farreó gran parte de su carrera, con responsabilidades compartidas: sus actitudes y comportamientos, en primera instancia; los dirigentes y los clubes donde estuvo, que le permitieron que hiciera lo que quisiera. Si bien él fue goleador de un Sudamericano infantil, junto al brasileño Ronaldo, estamos claros que este último llegó mucho más lejos. Ahora, Neira se retira con casi 34 años, y si uno revisa su carrera, estuvo marcada por los altibajos. Neira es el típico caso de cuando falla la parte familiar, la parte formativa, acrecentada con una sociedad paternalista como la chilena, que en vez de orientar a estos talentos, les celebramos todas sus tonteras, los sobreprotegemos y los ponemos en un sitial de jugadores maravillosos e intocables”, señala Véliz, a la consulta por el retiro de su ex pupilo.

ERA DISTINTO

“Manuel Neira era muy bueno para el fútbol, con mucha visión de arco y cuando estuvo en Everton fue su goleador. Acaso su misma vida personal, le llevó a tener una carrera algo complicada y no alcanzar el éxito que debió tener. En lo futbolístico, era extraordinario”, afirma el ex técnico electricista del estadio Sausalito por más de 40 años y conocedor de decenas de futbolistas, Ernesto Rives.

“Manuel era un gran jugador. Recuerdo cuando llegó a Everton en 1996, hizo muchos goles ese año y fue figura. Era un gran definidor, no le vi goles feos a Manolo cuando estuvo con nosotros. Me cuesta recordar a otro jugador que definiera como lo hacía Manuel. Lamentablemente, quizás hubo situaciones extrafutbolísticas que le impidieron consolidarse en una instancia de alta competencia, porque a mi modo de ver, pudo haber llegado mucho más lejos en el fútbol debido a su calidad. Eso no quita lo bueno que hizo Manuel en el fútbol”, rememora su ex compañero y hoy técnico ayudante de Everton, Cristián Ochoa.

SELA FARREÓ

Más drástico, Hernán “Clavito” Godoy, técnico de dilatada trayectoria y amplio conocedor de jugadores díscolos, critica la decisión de Neira. “Para mi, Manuel Neira resumía talento, creatividad, goles, pero después cayó en la farándula y se enredó en eso. Terminó dejando el fútbol y el fútbol dejándolo a él. Se inmiscuyó en un mundo al que no pertenece ni le corresponde. Me parece que después, con el tiempo, se va a haber arrepentido de dejar de jugar al fútbol, que es lo que mejor hace y lo que más le gusta. Pero si ahora está más interesado en el reality y en la farándula, mejor que se haya retirado, pues no va a tener la cabeza metida en el fútbol, y no le va a dispensar el cariño y el respeto que hay que tenerle al fútbol. Desde esa perspectiva, prefiero que se dedique a otras actividades”, apunta “Clavito”.

Cristián Ochoa en tanto, es un poco más benevolente. “En lo personal, creo que a varios de esos jugadores de esa Sub-17 de 1993, la fama les llegó muy rápido. Quizás no tuvieron los consejos adecuados, un apoyo en quién guiarse. En ese grupo, hubo varios que ni siquiera debutaron en el profesionalismo y otros lo hicieron muchos años después, pero sin mayor éxito. No sólo Manuel fue víctima de esa fama repentina”.

Ernesto Rives complementa la apreciación de Ochoa: “A estos cabros (…), sin mayor educación, cuando les llega la fama de repente, no piensan con la cabeza. Son muchachos que no piensan. Y el caso de Manuel Neira cabe en eso. Creo que Manuel se farreó la oportunidad de ser un goleador extraordinario, pero por esas cosas de la vida, se perdió no más”.

Por ahora Neira aún negocia su entrada al programa “Pareja Perfecta” de Canal 13 –millonario contrato mediante-, donde se ha abierto una nueva polémica con su ex esposa, Pamela Díaz, quien ha criticado las intenciones del retirado futbolista, de compartir pantalla con él. Para peor, los programas de farándula han sacado a relucir una serie de infidelidades mutuas de la ex pareja, pero esa, es otra historia…