Plantea que “hay que tener mucho cuidado y ojo al elegir a nuestros representantes”, y señala que se le debiera exigir a cada candidato firmar ante notario una lista de sus proyectos a largo plazo, con fechas y objetivos concretos, para que los cumpla”.

Jorge Martínez Durán, presidente de la Cámara Regional del Comercio habla sin pelos en la  lengua sobre nuestra zona y su futuro. Abogado, profesor universitario, es, además, director del DuocUC en nuestra zona. Tiene fama de ser muy riguroso con todo lo que emprende y de ser ultra exigente en las entidades en que participa y con las personas  que lo acompañan en sus emprendimientos.

“ A nuestra región no le ha ido mal, salvo en un aspecto. La región ha crecido, ha disminuido el desempleo, pero no ha disminuido la pobreza y eso nos duele mucho en la región, y eso es muy malo”, dice Jorge Martínez.

“Yo creo que el gran problema que tiene esta región es que no tiene una planificación de mediano y largo plazo. Hay un gran centralismo regional. ¿Cuánto nos preocupamos del Aconcagua, de Casablanca, de San Antonio?”.

Uno de los temas medulares que preocupa a Martínez es la visión y el trabajo a largo plazo. “No hay planes de largo plazo en la Quinta Región. Por ejemplo la Cámara ha tomado una postura respecto del desarrollo marítimo portuario, pero no vemos una proyección clara del gobierno a 30-50 años respecto de lo que se piensa hacer en nuestra zona. Hoy el electoralismo, la demagogia, el populismo, el voto diario, inunda a nuestro país. Un país que funciona así no puede plantearse temas a largo plazo y eso es grave y nefasto”.

“Yo creo todos somos responsables de no tener planificación, en especial las autoridades públicas, los gobiernos, los municipios. El menos responsable es el ciudadano de a pie, pero él es responsable en la medida que vota por el que le ofrece la solución más inmediata y su conveniencia personal, pero no mira a largo plazo”.

GRANDES PLANES Y ANUNCIOS Y LUEGO…

“La región debiera tener un plan de erradicación de la pobreza de aquí a 10 años. Somos la región con más campamentos. ¿Dónde está el plan de largo plazo de incentivo de inversiones?. Me da mucha pena cuando aparecen grandes planes y luego desaparecen. Un ejemplo es el polo tecnológico que íbamos a hacer en la zona. No hay un master plan de desarrollo tecnológico. Si no hay un plan concreto, son siempre meras promesas”.

“Este país tiene grandes ventajas, pero debemos tomar decisiones respecto de cómo vamos a tener una región de aquí a 20 años. ¿Quién está pensando en los estacionamientos a futuro, quién está pensando en el Gran Valparaíso como una sola región turística. Yo creo que los electores le deben exigir a cada candidato una promesa ante notario por escrito de sus proyectos a largo plazo, con fechas determinadas y con plazos y objetivos concretos”, plantea enfático Jorge Martínez.

“Para lograr un gran proyecto a futuro hay que tener un plan a largo plazo. Yo creo que esta es una región que sigue creciendo pero podríamos ir mucho más rápido. Aquí han pasado cosas increíbles. Cosas que estaban selladas en el gobierno anterior se evalúan ahora y se establece que no son las medidas oportunas. Entonces qué es lo que pasa. Otro tema, ¿hay un gran plan de desarrollo cultural para la región?. Las agendas entre tantas entidades que se dedican a la cultura no se conocen ni se comparten entre si”.

“SOMOS MÍOPES”

“Somos de mirada corta, de paso corto, pero si no somos capaces de adquirir compromisos a largo plazo, no vamos a llegar a nuestro objetivo. Somos míopes, anuales, de mirada corta”, enfatiza Martínez.

Respecto de la participación ciudadana, Jorge Martínez plantea que “yo creo que la sociedad civil no está cumpliendo el rol que le corresponde. En algún minuto los ciudadanos se sintieron separados del Estado, cuando en realidad el Estado es el conjunto de ciudadanos, nosotros somos el Estado. Cuando algo anda mal, decimos ‘el Estado está fallando’, y el Estado somos todos nosotros. Por eso se dice la frase ‘los pueblos tienen los gobiernos que se merecen’. Hay que tener mucho más cuidado y ojo al elegir a nuestros representantes. También hay que tener claro que todos los organismos públicos del Estado están al servicio de las inversiones de los privados. Son pagados por los ciudadanos para que se cumpla la iniciativa privada y no la entorpezcan. Creo que, para terminar, es necesario hacerles un llamado a los lectores:  los ciudadanos no nos podemos quejar de lo que tenemos porque lo que tenemos lo hemos construido nosotros mismos”.